Después de conocer a personajes actuales como Ursula von der Leyen, Jerome Powell Christine Lagarde hoy en Tipos y Tipas de Interés vamos a desempolvar nuestro Delorean hipotecario porque nos remontamos al siglo XVIII para conocer un poco más la vida de Adam Smith: el padre de la economía moderna y según los expertos del capitalismo y el liberalismo, cuya obra principal «La riqueza de las naciones«, es un must-read en economía que ha definido parte del mundo en que vivimos desde su publicación en 1776.
Nacido en 1723 en Kirkcaldy, Escocia, Smith fue un niño prodigio que entró a la Universidad de Glasgow a los catorce años. Luego se fue a Oxford, donde se empapó de filosofía, ética y, por supuesto, economía.
Antes de meterse de lleno en economía, Smith escribió en 1751 «La teoría de los sentimientos morales«. Aquí, exploró qué es lo que nos hace morales y argumentó que la empatía es el fundamento de la conducta ética. De forma muy resumida, el libro trata conceptos muy modernos como la empatía y como nuestra capacidad de ponernos en la pie de otra persona es básica para desarrollar las normas de la sociedad. Smith propone conceptos como que en parte, somos buenos porque queremos que los demás piensen que somos buenos. Un poco como cuando limpias a fondo tu casa solo porque vas a tener visitas. Finalmente, Smith nos propone un concepto muy interesante llamado «El Imparcial Espectador» que, aunque suena a película de Schwarzenegger, es la idea de que todos tenemos un juez moral interno que nos ayudar a evaluar nuestras acciones.
Pero el libro que catapultó a Smith a la fama económica fue «La riqueza de las naciones«. Publicado en 1776 (el mismo año de la Declaración de Independencia de los EE. UU.), este libro rompió moldes. Smith presentó el capitalismo de una forma nunca antes vista, abogando por la libre competencia y argumentando que el «interés propio» y la «mano invisible» del mercado distribuirían los recursos de manera eficiente y beneficiosa para todos. (¿seguro, Adam?)
A continuación os resumimos los cinco puntos clave de una de las obras más importantes de todos los tiempos:
- La división del trabajo: Smith introduce la idea de que la especialización de los trabajadores en tareas específicas contribuye al aumento de la habilidad y rapidez en la producción, lo que a su vez fomenta un mayor crecimiento económico. Siglos más tarde esta teoría sigue vigente.
- La teoría del valor y precios: Adam intentó explicar como se determinan los precios en un mercado libre. Distingue entre el «valor de uso» y el «valor de cambio» de los bienes, y explica que los precios son influenciados por la oferta y la demanda, así como por los costos de producción. Y de regaló, se invento el concepto del PIB, usado hoy en día para medir el éxito de la economía de un país.
- La mano invisible: Uno de los conceptos claves de la historia económica y del liberalismo. Smith propone que los mercados se autorregulan a través de la competencia y el interés propio, ya que al buscar todos el máximo beneficio, beneficiamos a los demás.
- La crítica al mercantilismo: Smith critica las políticas mercantilistas que favorecen la acumulación de oro y plata y restringen el comercio. Argumenta que la verdadera riqueza de una nación no proviene de su acumulación de metales preciosos, sino de su capacidad de producción total y el comercio libre.
- La función del gobierno: Aunque fue un firme defensor del libre mercado, Smith también reconoció la necesidad de un gobierno que proteja a la sociedad, administre la justicia y proporcione ciertos bienes públicos esenciales que el mercado por sí solo no podría ofrecer eficientemente, como la educación y la infraestructura.
Como veis, el legado de Smith es gigantesco. Y aunque las ideas de Smith han sido tanto veneradas como criticadas a lo largo de los años, su análisis del comportamiento humano y de los mercados sigue siendo super relevante. Hoy en día, economistas y políticos de todos los colores siguen debatiendo y utilizando sus teorías para diseñar políticas económicas.
A nivel personal, se conoce que Adam era un tipo un poco rarillo. A menudo hablaba solo, se perdía por las ciudades, no hablaba mucho de sus ideas porque creía si las explicaba vendería menos libros, nunca se casó o tuvo hijos y no le gustaba que le hicieran retratos, por los que los pocos que tenemos son hechos de memoria y no posando. Adam no era el típico influencer pero acabó siéndolo ¡y en qué manera!
Pero…¿Qué relación tiene Adam Smith con las hipotecas?
Vale, ya conoces lo suficiente sobre la vida del señor Smith como para afrontar cual partida al trivial con garantías, pero tu venias aquí a que te hablemos de hipotecas.
Adam Smith y sus teorías económicas tienen una relación significativa con el mercado de hipotecas, especialmente a través del concepto que hemos explicado de la «mano invisible» y la promoción del libre mercado. Smith argumentaba que los individuos actuando en su propio interés personal, en un mercado libre y competitivo, contribuyen al bienestar económico general, lo que puede aplicarse al mercado de hipotecas. En un entorno donde los bancos y otras instituciones financieras compiten libremente por ofrecer productos hipotecarios, los precios (es decir, las tasas de interés) deberían teóricamente ajustarse a niveles que reflejen el verdadero costo del dinero y el riesgo asociado, beneficiando tanto a prestamistas como a prestatarios.
Este proceso de autorregulación del mercado ayuda a evitar (en teoría) excesos y burbujas inmobiliarias que podrían resultar de intervenciones artificiales o monopolios, conduciendo a un sistema más estable y eficiente. Sin embargo, la realidad del mundo real y del sistema hipotecario a menudo muestra que sin cierta regulación, el comportamiento en busca del propio interés puede llevar a prácticas poco éticas, lo que sugiere que las teorías de Smith necesitan ser aplicadas junto con mecanismos de control y regulación que aseguren la equidad y la protección contra los riesgos sistémicos. Y aún así, a veces, es complicado.
Así, que, sin duda para bien o para mal querido lector, las teorías de Adam Smith influyen, influyeron e influirán en nuestras hipotecas….y en nuestra vida.
Una frase de Adam Smith
No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés.
Curiosidades sobre Adam Smith
· Entró a la universidad con 14 años
· Era amigo íntimo de otro filósofo, David Hume a quien conoció en 1750
· Viajó extensamente por Europa
· Fue el primer escocés en aparecer en un billete inglés
· Su padre murió al poco de nacer y fue criado por su madre
· Estuvo a punto de hacerse cura anglicano pero se lo pensó lastminute
· Hay un asteroide con su nombre
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