¿Cuál será el impacto de los aranceles de Trump en las hipotecas?

El efecto mariposa de Donald Trump o como pagar más por sus decisiones.

Trump ha vuelto a liarla once again. Como no teníamos ya líos esta vez aparece a lo grande con unos importantes aranceles, que están teniendo uno de los efecto mariposa más potentes que se recuerdan. ¿El objetivo? Make America Great Again y castigar a los productos europeos (y de cualquier lado del mundo). ¿El resultado? Un cóctel económico con ingredientes que te podrían subir la cuota de la hipoteca. Sí, aunque tú solo importes café y series de Netflix. Te explicamos cómo funciona este dominó económico que empieza en Washington y termina en tu cuota mensual.

¿Y qué ha hecho Trump esta vez?

Ya hicimos un análisis de las cositas que nos podía deparar Donald para este mandato y muy en su línea, aunque era algo que ya había avisado que haría: se sacó de la manga el Liberation Day y anunció aranceles a todo el mundo, concretamente del 20% a productos de la Unión Europea diciendo que los europeos han sido very malos con EEUU en los últimos años. Total, que de un plumazo volvemos a los aranceles del siglo XIX ¿Y afecta esto a España? Claro que sí, guapis. Aunque nuestras exportaciones a EE.UU. se calculan en aproximadamente el 5%, ese pequeño empujón puede desestabilizar el castillo de naipes rápidamente y al final estamos a merced de las políticas del BCE.

Trump y su lista negra arancelaria

Una cronología de los últimos días

📆 2 de abril – Trump lanza los aranceles

  • Aranceles del 20% a la UE y más palos para China (34%), Japón (24%) y otros muchos países entre el 30% y el 40%.
  • La Bolsa española (IBEX 35) se desploma un 6,4%.
  • Las bolsas europeas tiemblan: París y Fráncfort caen más del 6%.

📉 Wall Street colapsa

  • Dow Jones cae más de 1.000 puntos.
  • S&P 500 baja un 3,9% y Nasdaq un 4,8%.
  • Las «Siete Magníficas» (Apple, Amazon, Meta, etc.) pierden 5,3 billones $.

🏦 3 de abril – Sánchez reacciona

  • Anuncia un plan de 14.100 millones € para amortiguar el golpe.
  • 7.400 millones nuevos + 6.700 reciclados del cajón.

📉 4 de abril – El BCE en modo “ojo, cuidado…”

  • Retrasa la bajada de tipos por miedo a la inflación.
  • Malas noticias para el Euríbor… y para tu hipoteca.

🇪🇺 6-7 de abril – Europa se calienta

  • Alemania, Francia y la Comisión Europea califican los aranceles como “injustificados”.
  • Se barajan represalias de hasta 28.000 millones $ en productos de EE.UU.
  • Fuente: Reuters

🧠 7 de abril – Analistas predicen recesión en EE.UU.

  • Moody’s, Goldman Sachs y compañía ven recesión a la vista.
  • Wall Street pierde 6,6 billones $ en dos días.

🇨🇳 8 de abril – China contraataca y Elon recula

  • China no afloja y amenaza con aranceles aún mayores.
  • Increíble pero cierto. Elon Musk, mano derecha de Trump, tras perder mas de 600.000 millones pide aranceles zero para la UE

Pero espera, ¿wtf es un arancel?

Un arancel, (en inglés tariff, según Trump su palabra favorita) palabra que proviene del árabe al-inzál, y que originalmente se refería a un impuesto militar, es básicamente, un impuesto que un país cobra a los productos que vienen de fuera. Imagínate que EE.UU. dice: “¿Vas a venderme queso francés? Perfecto, pero me pagas un 20% por la cara”. Ese extra se lo queda el gobierno y hace que el producto importado sea más caro que uno hecho en casa.

¿El objetivo? Que la gente compre lo nacional, que se estimule la industria local y que, en teoría, todo el mundo sea más feliz… menos el que tenía antojo de brie.

Trump dice que los aranceles son como una medicina amarga: nadie quiere tomársela, pero oh, milagro, te cura. Su lógica va así:

  1. Castigas al que exporta a EE.UU. haciéndole más caro competir.
  2. Proteges al productor americano, que de pronto es más barato que su competencia extranjera.
  3. Reequilibras el comercio: si importas menos y exportas más, la balanza se pone guapa.
  4. Generas empleo local: como se compra más producto nacional, las fábricas locales se activan.

Y si además recaudas un pastón en impuestos, oye, doble combo. Dinero para el Estado y la economía nacional más fuerte. Un plan sin fisuras….o no. Aquí es donde los economistas se agarran la cabeza. Porque en el mundo real, los aranceles,. como muchas medicinas, también tienen efectos secundarios, y no precisamente leves:

  • Los precios suben. Si todo lo que viene de fuera es más caro, lo pagas tú, consumidor feliz. Welcome to la inflación amigos.
  • Las empresas también sufren. Muchas dependen de piezas o materiales extranjeros. Si esos insumos se encarecen, la producción local también se vuelve más cara.
  • Puede haber represalias. ¿Le pones aranceles a Europa? Pues Europa te los devuelve. Y así empieza el juego de “a ver quién aguanta más”.
  • Incertidumbre total. Los mercados odian la improvisación, y esto ha sido como meter una vaca en una tienda de porcelana. Resultado: las bolsas se desploman, las inversiones se frenan y los bancos se vuelven más conservadores.

¿Funcionarán estos aranceles? Pues depende. En ciertos sectores muy específicos y a corto plazo, los aranceles pueden proteger industrias moribundas. Pero en un mundo hiperconectado como el de hoy, cerrarte al exterior puede salirte más caro que lo que ahorras.

Trump lo vende como una estrategia para “hacer América grande otra vez”. Pero si no se maneja con cuidado, lo que hace es encarecer todo, desatar guerras comerciales y complicar el panorama económico… tanto dentro como fuera de EE.UU.

¡Un saludo a todos!

¿Y por qué un 20%?

Trump asegura que los aranceles que ha impuesto son “recíprocos”, como si estuviera nivelando el tablero para que todos jueguen con las mismas reglas. Pero, ¿es verdad o se ha flipado un poco?

Según un análisis de Euronews, los nuevos aranceles del 20% a la Unión Europea no reflejan una reciprocidad real. Por ejemplo, en sectores como el automóvil o la agricultura, la UE ya aplica tarifas similares o incluso más bajas a los productos estadounidenses. En muchos casos, los aranceles de EE.UU. ahora superan el doble de lo que paga la UE por los mismos productos.

Y aquí viene el dato que desmonta el show: la UE impone un promedio del 5,1% en aranceles a productos estadounidenses, mientras que EE.UU., con estas nuevas medidas, sube la media a más del 12%. Básicamente, Trump y su equipo se han sacado de la manga una forma bastante peculiar de calcular los aranceles “recíprocos”. ¿Cómo? Muy simple: han tomado el déficit comercial de EE.UU. con cada socio, y lo han dividido entre lo que ese país exporta a EE.UU.. El resultado, según él y su equipo, es el porcentaje justo de arancel a aplicar. ¿Patillero, no?

Por ejemplo: con la Unión Europea: déficit de 198.200 millones de euros dividido entre exportaciones de 531.600 millones. Resultado: 37,2%. ¿Y qué han hecho? Redondearlo a un flamante 39%. Así, sin anestesia. Pim, pam.

Pero espera, que hay más: además del déficit, Trump añade de regalo una pizca de lo que llama “barreras no arancelarias”, como leyes medioambientales, reglas digitales europeas, licencias, normativas anticorrupción o lo que él considere que frena a EE.UU. para vender fuera. Todo eso le suma puntos a su cóctel arancelario.

¿Conclusión? Este sistema no se basa en “tú me pones un 10%, yo te pongo otro 10%”. No. Se basa en “tengo déficit contigo, así que te castigo proporcionalmente, y de paso te echo en cara tus leyes de reciclaje y tus normas digitales de privacidad o cualquier otra cosa que no me guste”. Como decía un economista francés: “Esta fórmula solo es lógica en la cabeza de Trump”.

Así que sí, los aranceles podrían funcionar… o podrían ser como intentar apagar un fuego con gasolina.

Donald contento con sus aranceles by chatGPT.

¿Recesión a la vista? Los analistas sacan la bola de cristal

Los gurús de la economía, esos que siempre tienen algo que decir después de que todo pase, ahora advierten que Estados Unidos podría estar coqueteando con una recesión. Instituciones como Moody’s, JP Morgan y Goldman Sachs señalan que esta guerra arancelaria no pinta nada bien para el crecimiento económico. Incluso la Reserva Federal está en modo alerta máxima y la probabilidad de una recesión (dos trimestre con crecimiento negativo) sube cada dia.

¿Y qué pinta mi hipoteca en todo esto?

Hasta ahora todo esto suena a geopolítica, Wall Street y titulares que parecen sacados de una película de Robert de Niro. Pero tú estás aquí pensando: “Vale, Trump, China, la bolsa… ¿pero esto qué tiene que ver con mi hipoteca?” Pues agárrate, que ahora es cuando el lío internacional se cuela en tu casa —literalmente.

1. El Euríbor se pone nervioso

La mayoría de las hipotecas en España están referenciadas al Euríbor, ese índice que se mueve con el viento de lo que pasa en Europa… y en el mundo. Si los aranceles de Trump disparan la inflación global o meten miedo en los mercados, el Banco Central Europeo (BCE) podría decidir no bajar tipos (o incluso subirlos si la cosa se desmadra).

Y si el BCE no baja tipos, el Euríbor se mantiene alto, lo que se traduce en cuotas hipotecarias más caras. Así de simple.

2. El BCE frena el plan de bajadas de tipos

Antes del “trumpazo”, todo apuntaba a que el BCE iba a seguir bajando los tipos. Pero con esta nueva guerra comercial, están en modo “espera, que igual esto se nos va de las manos”. El miedo a una inflación importada (por encarecimiento de productos y materiales) puede hacer que ese alivio hipotecario que esperabas… se congele.

Resultado: las hipotecas siguen caras o, al menos, no bajan como nos gustaría.

3. Los bancos se vuelven más conservadores

Cuando hay inestabilidad financiera global, los bancos hacen lo que saben hacer mejor: cerrar el grifo. Si las bolsas se hunden, hay menos confianza, y eso se traduce en menos alegría a la hora de dar hipotecas. Los requisitos se endurecen, las condiciones dejan de ser tan competitivas y los tipos fijos ya no son tan “fijos”.

La banca española ya ha congelado la bajada de precios de hipotecas tras el anuncio de los aranceles, dejando la TAE media en torno al 2,95%.

4. Suben los materiales, sube la vivienda

Y por si fuera poco, los aranceles también afectarán al sector de la construcción. Aunque los aranceles de Trump estén dirigidos a productos europeos y parezca un tema lejano, lo cierto es que pueden acabar encareciendo también la construcción de viviendas en Europa. ¿Cómo? Pues porque en un mundo tan interconectado, cualquier guerra comercial desestabiliza las cadenas de suministro globales.

Si EE.UU. deja de comprar acero, aluminio o madera europea, esos productos se redirigen al mercado europeo, aumentando la oferta local, sí, pero también los precios, porque los fabricantes intentan compensar las pérdidas con subidas aquí. A eso súmale el efecto dominó: mayor presión inflacionaria, costes logísticos más altos, incertidumbre comercial y proveedores que se curan en salud aplicando subidas preventivas. Todo esto se traduce en materiales más caros, proyectos de obra más costosos y, finalmente, viviendas más caras.

Aunque en España no nos apliquen aranceles directamente, el sector inmobiliario sufre las consecuencias de este follón global, y si el precio de construir sube, la hipoteca para comprar también puede hacerlo. Así que sí, aunque Trump esté a miles de kilómetros, sus decisiones acaban colándose hasta en el precio de tu futuro salón.

¿Y entonces qué hago? ¿Me espero o me lanzo?

Enhorabuena, valiente. No todo el mundo se atreve a sumergirse en un tema tan denso como los aranceles de Trump y salir ileso (y con ganas de más). Pero tú lo has hecho. Has seguido el hilo entre la geopolítica, la economía global y tu futura hipoteca sin perder el ritmo.

Ahora ya sabes que lo que decide un presidente con ganas de marcha puede acabar revertiendo en tu hipoteca, tu cuota mensual o el precio del piso que quieres comprar. Y eso, amigo lector, es el mundo en el que vivimos.

Si tienes el dinero, estabilidad y ganas de comprar, haz números y mira bien las condiciones. Ahora mismo es aún un buen momento en relación al año pasado. Pero si estabas esperando el chollazo del siglo o bajadas espectaculares y gran estabilidad… lo mismo tienes que seguir esperando (o hablar con nosotros, que algo bueno seguro que te conseguimos).

Seguiremos informando y sobretodo seguiremos Making Mortgages Great Again consiguiendo las mejores hipotecas para quien la necesite.

Y después de conocer el impacto de los aranceles en tu hipoteca, recuerda que siempre será mejor para ti contar con nuestra experiencia y el poder de negociación que te ofrecemos para conseguir tu hipoteca. Te recomendamos que te descargues nuestra fantástica Guía hipotecaria redonda para entender mejor de qué va todo esto y que nos sigas por Instagram, Facebook, Tik Tok y LinkedIn Contacta con nosotros para conseguir Tu Hipoteca Redonda. ¡Qué no sea por la hipoteca!